Según el estudio el II Informe Sobre la Juventud al Volante realizado por UNESPA (Asociación Empresarial del Seguro), se han considerado los datos de siniestralidad de los conductores menores de 35 años. Arrojando el resultado de que en Soria y Segovia es dónde mejor se conduce.
La probabilidad de tener un percance va descendiendo conforme se gana experiencia al volante. Mientras que un joven con sólo un año de carnet tiene 3,7 veces más probabilidades de tener un accidente de tráfico grave que un conductor experimentado, esta diferencia baja a 1,6 veces al alcanzar los 10 años conduciendo.
Otro fenómeno que muestra el estudio es que, cuando se analizan los vehículos involucrados en colisiones, los de dos ruedas tienden a sufrir más accidentes graves. Un dato especialmente llamativo es el de los ciclomotores. Según el estudio, un conductor menor de 35 años y con menos de un año de experiencia tiene 6,7 más probabilidades de sufrir un accidente grave que una persona que lleva más de una década conduciendo este tipo de vehículos.
En el caso de los accidentes graves (los que causan daños corporales), tan sólo aprueban los jóvenes de Soria, Segovia, Cuenca, Ciudad Real, Huesca y Ávila. Las peores notas se dan, mayoritaria pero no exclusivamente, en territorios ubicados en el sur de España. En concreto, los peores resultados aparecen en Las Palmas, Cádiz, Sevilla, Pontevedra y Almería.
Al examinar los resultados territoriales de los accidentes leves –es decir, aquellos propios de la conducción urbana y dónde sólo hay que lamentar daños materiales–, sólo aprueban los jóvenes de Ciudad Real y Soria en el ránking unisex. Esto ocurre por los pobres resultados de los chicos. Si se diferencia por sexos, las conductoras de nueve provincias pasan el corte. Son las de Soria, Teruel, Huesca, Ciudad Real, Ávila, Cuenca, Zamora, Segovia y Orense. En contraste, entre los varones, sólo aprueban los chicos de Ciudad Real.
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